Faltan ocho años para el 2031, año en que los católicos mexicanos celebrarán los 500 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego.
Poco a poco las magnas muestras de agradecimiento a la Guadalupana por los favores recibidos en estos cinco siglos comienzan a asomarse, y las comunidades rurales que rodean al Pico de Orizaba ponen el ejemplo con la construcción del recién nombrado ‘Camino de Guadalupe’.
¿Qué es el Camino de Guadalupe?
En entrevista a Desde la fe, el P. Evaristo Sada Derby, Legionario de Cristo y fundador del ‘Camino de Guadalupe’ explicó que “es un recorrido de 22 kilómetros en las faldas de un volcán en Veracruz, donde habrá “25 plazas marianas”.
El Camino de Guadalupe “es un conjunto de caminos conectados entre sí”, que tienen como etapa final “el jardín de Guadalupe en las alturas del Pico de Orizaba y en beneficio de poblaciones”.
En este caminar aderezado con imágenes artísticas de la Virgen de Guadalupe, que se encuentran conectadas entre sí por caminos, se observan bellos paisajes que se contemplan en las alturas, y de los diversos pueblitos donde se encuentran ubicadas, considerando que en estos espacios se contribuye a beneficiar a la población más desprovista de la Diócesis de Orizaba.
Los pueblos se benefician
Pero detrás de todo esto, hubo una labor filantrópica que trajo beneficio a los habitantes de estos pueblos, como la creación de 75 invernaderos para el cultivo de flores y 85 gallineros, la construcción de 25 plazas, el crear 55 kilómetros de tubería para llevar agua potable a ocho comunidades desde los manantiales.
Otras bonificaciones han sido el dotar cien tinacos de 750 litros de agua para familias sin capacidad alguna de acopio; se han hecho 200 huertos para la producción de follaje (clavo japonés) y actualmente se están creando cien huertos de laurel comestible.
“Me propuse que por cada peso invertido en las imágenes, las plazas y las capillas, invirtiéramos otro tanto en beneficio material para las comunidades campesinas apoyando sobre todo a las mujeres”, compartió en declaraciones el P. Sada Derby.
La iniciativa fue un trabajo conjunto de los Legionarios de Cristo, los campesinos del lugar y los párrocos de las comunidades de la sierra veracruzana en las faldas del Pico de Orizaba.
El P. Sada Derby, misionero de la zona desde hace 30 años, fue el encargado de convocar a las comunidades y buscar recursos en la Ciudad de México y el estado de Veracruz.
“La Virgen de Guadalupe se apareció como una mujer mestiza. Aquí se da un mestizaje cultural. Nuestra madre del cielo une a sus hijos a trabajar por un proyecto común: toda la comunidad participa, se unen católicos de la sierra y de la ciudad”, explicó el sacerdote.
Fuente: Desde la Fe
