La Virgen está con Juan Diego, su hijo pequeño, el menor, a quien pide ser su mensajero, a quien ofrece todo su amor y protección.
Esta imagen es símbolo del amor de la Virgen por sus hijos más pobres y necesitados. Ella se hace presente para escuchar nuestro llanto, para consolar nuestras penas, miserias y dolores; ella nos abraza siempre con ternura y nos asiste en nuestras necesidades. El tapete entremezcla las cuarenta y seis estrellas del manto de la Virgen y las humildes piedras de río recogidas y colocadas por las familias, símbolo de la acogida amorosa que las familias mexicanas brindamos a la Virgen de Guadalupe.