Madre Santa, Virgen de Guadalupe, vengo hasta aquí para descansar a tu lado. Conmovido por tu belleza y la de esta hermosa catedral de la creación, siento necesidad de darte las gracias. Gracias por tu sí, por tus cuidados y tu protección, por estar siempre a mi lado, gracias por amarme como soy, por tu paciencia conmigo y por insistirme con tanto cariño que haga siempre lo que me diga Jesús. Amén.